Los auténticos no creen que la voz estuviera destinada al habla.
Para hablar se utiliza el núcleo corazón cabeza.
Cuando se usa la voz para hablar, uno tiende a enredarse en pequeñas conversaciones innecesarias y menos espirituales.
La voz está hecha para cantar para loar y sanar.
Las voces del desierto.